¿Estamos en tiempos de Creación Destructiva (Schumpeter), Innovación Disruptiva (Christensen) o Desesperación Creativa (Kline)?

Existen tres rutas para atender estos momentos históricos de tanta incertidumbre para que nuestras empresas salgan fortalecidas y victoriosas. La primera ruta es la de cambiar antes que nuestra competencia y al hacerlo haremos que esta desaparezca. La segunda ruta es innovar nuevos productos y servicios creando nuevos mercados sin necesariamente destruir a los competidores y la tercera forma es tener ese momento Ajá que nos permite innovar aun cuando no hayamos planificado dichos cambios.

Hay un caveat de las empresas que dice que uno tiene que innovar o morir y lo único permanente es el cambio.  Mientras que la fórmula de Schumpeter destruye a su antecesor, Schumpeter argumentó que el mejoramiento económico gira en torno a esa destrucción y trató de demostrar que el poder de mercado generado por la innovación podría proporcionar mejores resultados.  Schumpeter fue probablemente el primer erudito en desarrollar teorías sobre Empresarismo y el empresario y su destrucción creativa.

Schumpeter indica que una vez aparece la última versión de un producto o servicio, la versión anterior pierde el mercado, ya que la última versión lo sustituye destruyendo el anterior. Esta destrucción creativa le permite al empresario seguir creando un mercado más grande y colocando competidores menos innovadores en una posición más débil hasta que se destruyen y desaparecen.

Por otro lado, la innovación disruptiva de Christensen, no se enfoca en brindar una mejor versión de los productos existentes para el mismo grupo de clientes. Por el contrario, el innovador se enfoca en innovar una solución en torno a un nuevo núcleo de clientes, con el potencial de ser un sustituto del producto existente.  Esta segunda ruta hacia ideas graduales es un proceso incremental, un avance tras otro. Es como el desarrollo de la imprenta por parte de Johannes Gutenberg o el desarrollo de la producción en masa de Ford Motor que dependieron de la resolución de varios problemas, logrando un progreso constante en lugar de tener un solo instante de inspiración. Steven Johnson describe este proceso como uno de corazonadas lentas en innovación, diferente al destello de la iluminación, que incluso cuando sucede, la experiencia “ajá”, todo marca la culminación del proceso de innovación.

Una tercera ruta de realizar cambios es la Desesperación Destructiva con aciertos accidentales y por casualidad no planificada o simplemente de estar en el lugar correcto en el momento correcto. Diferente a los 2 anteriores que son aciertos deliberados y surgen cuando las el producto está estancado y necesitan algún tipo de avance creado por la misma empresa o por una nueva.

Y aunque el psicólogo holandés Adriaan de Groot utilizó el término “desesperación creativa” por primera vez para describir algunas de las estrategias que los jugadores de ajedrez inventaron cuando se metieron en problemas, no es hasta que Gary Klein que lo describe y analiza en su libro Ver lo que Otros No que se acuña el término.

La desesperación creativa, es muy diferente a conectar ideas o notar coincidencias, curiosidades o contradicciones. La desesperación creativa requiere encontrar una salida a una trampa que parece ineludible, es cómo combatir el fuego con fuego, como hizo Wagner Dodge cuando aplicó la ingeniosa táctica contraintuitiva para escapar del fuego, comenzando un incendio. Dodge encendió un fuego frente a él, donde podría refugiarse en sus cenizas, aunque no pudo persuadir a nadie para que se uniera a él. Ninguno de los otros podía entender lo que estaba haciendo. Había inventado una nueva táctica, pero como dijo uno de los dos sobrevivientes, al ver a Dodge encender un fuego, “pensamos que se había vuelto loco”.

Para sobrevivir a este nuevo entorno de incertidumbre deberás actuar en estas tres maneras de generar cambios para tu empresa. Ya sea de forma planificada o por intuición. En las tres se requiere que identifiques lo que otros no ven, requieren que busques oportunidades donde hay y donde otros no las identifican, necesitarás identificar señales y hasta forzarlas de ser necesario ya que no estarás vigente si solo te basas en la disciplina de buscar cambios continuos de forma sistemática, sino tendrás que valerte por la intuición, momentos de inspiración que funcionen a la altura del momento para subsistir y perseverar.


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