El poder feminino y el riesgo empresarial

Vivir el resultado del poder femenino ha sido mi experiencia de vida. Fue bajo el cuidado y tesón diario de mi mamá junto a un grupo de apoyo por parte de mi familia materna, donde el 69% eran mujeres, que crecí y aprendí el poder del sexo femenino. Con esto no pretendo minimizar el poder del sexo masculino, porque soy una madre feliz de dos varones. Solo que, bajo el modelo de crianza que me rodeó en mi infancia, pude darle sentido a esa famosa frase.

El poder femenino está en la dedicación con la que actuamos en nuestro diario vivir; cuidar de los detalles; el entusiasmo y firmeza con la que ayudamos a mantener el norte de una familia. También está en el proceso de lograr metas y sueños, incluyendo los relacionados al mundo empresarial.

Decidir ser una empresaria es un proceso al que usualmente le dedicamos mucha reflexión a pesar de contar con tan conocido poder. Según un estudio realizado recientemente por SCORE, las mujeres tomamos más tiempo en tomar la decisión de comenzar una empresa que nuestra contraparte.  Es por esto que a continuación te ofrezco sugerencias para incursionar en el mundo empresarial:

  1. Identifica ideas de negocios – ser empresaria es una aventura llena de retos, es por esto que si identificas algo que disfrutas hacer o por lo que sientes alguna pasión o interés, siempre estarás dispuesta a seguir hacia tu meta.
  2. Escoge la idea con mayor potencial – aunque nos gusta hacer uso de nuestra intuición femenina, al momento de seleccionar la idea es importante aliarnos con la data. Con tu lista de ideas, busca información en internet, revistas de negocios, periódicos, y otras fuentes de información. Analiza las tendencias en el mercado, negocios exitosos e industrias de mayor crecimiento. Escoge la idea que represente mayor viabilidad.
  3. Busca mentoría – identifica profesionales relacionados a la idea e industria y consúltales. Para este proceso asegúrate de firmar un acuerdo de confidencialidad y proteger tu idea de negocio.
  4. Escribe un plan de negocios – una vez hayas culminado el análisis de tu idea y hayas consultado con mentores, escribe un plan de negocios. El plan te servirá de guía para determinar los aspectos operacionales, administrativos, financieros y de crecimiento del negocio.
  5. Busca asesoramiento sobre cómo adquirir capital para el desarrollo de tu idea – existen entidades públicas y privadas que pueden servirte de apoyo en este proceso, además de competencias y programas específicos para ayudar a las mujeres. Visítalas y edúcate sobre los requisitos para participar o solicitar financiamiento. En este aspecto, puedes buscar también inversionistas privados que pueden brindarte ayuda financiera.
  6. Pertenece y participa de grupos empresariales – te ayudará a adquirir nuevos conocimientos y establecer redes de apoyo. Además, podrás de alguna manera acelerar tu aprendizaje empresarial porque tendrás la oportunidad de aprender de primera mano de otros colegas sobre la operación y sostenimiento de los negocios.
  7. Busca siempre ser mejor – establece un hábito de mejoramiento para ampliar tu conocimiento y mejorar tus destrezas empresariales. Aplica este hábito también a tu negocio y de seguro llegarás más lejos.

El ambiente económico  en el que vivimos nos invita a pensar en nuestro futuro y el de nuestra familia. El empresarismo es una opción real para lograr éxito profesional para nosotras, las mujeres. Al aceptar el riesgo empresarial, te sentirás dueña de ti, de tu tiempo y de tu esfuerzo, y harás uso del poder femenino. Contribuirás a crear nuevos empleos, mejorar  nuestra economía y nuestra sociedad. Serás ejemplo para tu hijas(os) y las generaciones de mujeres venideras. Y qué mejor forma de educar que con el ejemplo, como bien dijo Albert Einstein:  “enseñar con el ejemplo no es la mejor forma de enseñar, es la única”.

Rosaleé Córdova Rodríguez
Cofundadora de Yees!

 


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