Recientemente se lanzó exitosamente la nave espacial Falcon 9 por la empresa Space X en asociación con la NASA. Space X fue fundada en el año 2002 por el empresario Elon Musk con el propósito de reducir los costos de transportación espacial y hacer posible la colonización del planeta Marte.
La NASA destinó 6,000 millones de dólares para financiar la industria espacial privada. Esta inversión comprende la creación de nuevos mercados para el desarrollo de naves espaciales reutilizables para transportar cargas a estaciones espaciales; colocación de satélites para abaratar el acceso al Internet y las comunicaciones; turismo espacial y lanzamiento de misiones público-privadas a otros planetas.
El momento histórico vivido es parte de los cambios disruptivos, en esta caso en la industria espacial, impulsados por individuos con imaginación, creatividad y visión de futuro. El lanzamiento del Falcon 9 nos recuerda el papel que juega la educación como vehículo para lograr innovación. Tony Wagner, prominente educador y autor, describe la innovación como la habilidad de resolver problemas por medio de la creatividad o convertir nuevas posibilidades en realidad. ¿Cómo podemos fomentar la innovación desde la educación?
Según Wagner la innovación se puede enseñar. Un buen primer paso es premiar a los estudiantes por su capacidad de análisis, resolución de problemas y aprendizaje adquirido de sus intentos en lugar de premiar por lo que “saben” o por el conocimiento adquirido. Otra manera de impulsar la innovación es haciendo atractivo el aprendizaje por las ciencias y matemáticas desde la diversión. Como por ejemplo promover proyectos que fomenten la creación y diseño de inventos desde temprana edad (kindergarten) o aplicando destrezas a situaciones concretas del diario vivir del estudiante y no para resolver situaciones abstractas.
También se puede promover la innovación, educando a los niños a que formulen la pregunta correcta en lugar de pedirles la respuesta correcta. Este ejercicio sencillo ayuda a ver y analizar las cosas desde otra perspectiva.
A nivel macro el gobierno puede hacer posible una cultura innovadora desde la educación creando las condiciones físicas en las escuelas como laboratorios y espacios para trabajos colaborativos y proveyendo un currículo para el desarrollo interdisciplinario que permita el fomento de la creatividad e innovación.
Por: Rosaleé Córdova, cofundadora
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