Aprender al aire libre

El aprendizaje al aire libre se practicaba tradicionalmente en países de los continentes africano y asiático. Pero ahora, ante la realidad de la reapertura de las escuelas junto al manejo del Covid-19, los beneficios del aprendizaje al aire libre recobran una mayor importancia a nivel mundial. Países como Escocia, Dinamarca y Noruega consideran la educación al aire libre como una pieza esencial para lograr el reinicio de las clases y cumplir con el distanciamiento social requerido. 

Matluba Khan, realizó una investigación en Bangladesh sobre el impacto de la educación al aire libre en niños entre las edades de 8 a 12 años.  Para la misma diseñó un área educativa al aire libre tomando en consideración la preferencia de los estudiantes y maestros. Una vez diseñada, los maestros llevaron a los niños al aire libre regularmente para sus clases de matemáticas y ciencias.  Aquí los hallazgos más sobresalientes:

  • Los niños obtuvieron un rendimiento significativamente mejor en matemáticas y ciencias en comparación con una escuela comparable que no había tenido cambios en el entorno.
  • El aprendizaje práctico al aire libre hizo que el aprendizaje fuera divertido y atractivo para todos, pero en particular benefició a los que no tenían éxito en un salón tradicional.
  • Descubrieron que los niños que no interactuaban mucho en el salón tradicional eran más proactivos y participaban más en sus sesiones al aire libre.

Para que el aprendizaje al aire libre sea efectivo es recomendable planificar su uso de manera que apoye la enseñanza. El aprendizaje al aire libre tiene el potencial para lograr e incluso mejorar el aprovechamiento académico en los estudiantes.


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